CUANDO ORAR NO ES SUFICIENTE

CUANDO DIOS NO CONTESTA NUESTRAS ORACIONES

Cuando Dios no responde nuestras oraciones en el momento o en la manera en la que nosotros esperamos, solemos dudar de Su habilidad para hacer que las cosas sucedan.

Muchas veces oramos, imploramos, clamamos, lloramos y hasta nos ponemos de rodillas en búsqueda de una respuesta o una solución de Dios ante una situación difícil o problema que tenemos.

Y aunque a veces pareciera que nuestras oraciones se quedan en el aire, no significa que Dios no nos responda, sino que tal vez no lo hará de la manera o en el momento que nosotros queremos o esperamos. Debemos estar dispuestos a someter nuestra voluntad a la Suya, y tener fe en que Él sabe lo que es mejor para nosotros.

DIOS TE CREÓ CON UN PROPÓSITO.

Cuando ponemos nuestra fe en Jesús podemos comenzar a entender que Sus planes para nosotros son para nuestro bien y para darnos un mejor futuro (Jeremías 29:11). Y sobre todo que Él nos ofrece una esperanza, como no la ofrece el mundo, que nos sostiene en medio de cualquier situación, sin importar cuán difícil parezca.

Sin embargo, la Biblia dice que por ser pecadores estamos separados de la gloria de Dios (Romanos 3:23) y que la paga que deja el pecado es la muerte… (Romanos 6:23a).

Lo bueno es que nuestra relación con Dios puede ser restaurada cuando creemos en Jesús, el Hijo de Dios, y ponemos nuestra confianza en Él. La Biblia dice: “pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor” (Romanos 6:23b). Jesús vivió una vida sin pecado y murió en la cruz para pagar por el mal que hemos hecho. "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8).

¿ESTÁS LISTO PARA ACEPTAR A JESÚS Y TENER LA VIDA QUE SOLO ÉL TE PUEDE OFRECER?

Dios nos ama y quiere que seamos Sus hijos. Cuando aceptamos a Su Hijo, Jesucristo, como nuestro salvador, comenzamos una relación con Dios. ¡Esa relación es mejor que cualquier cosa que podamos tener en nuestras vidas! Este es un regalo de Dios y no hay nada que puedas hacer para ganártelo. (Efesios 2:8-9).

Recuerda, Dios no se ha olvidado de ti. Él te escucha y quiere hablarte. Dios quiere tener una relación personal contigo.

Habla directamente con Él ahora. Acepta que Jesús es el verdadero Hijo de Dios y que murió por tus pecados. Pídele perdón por esos pecados y acéptalo como tu único Salvador.

ABRE TU CORAZÓN Y DILE:

Señor Jesús, Yo creo que eres
el Hijo de Dios. Gracias por morir
en la cruz por mis pecados.
Perdóname y dame el regalo de
vida eterna. Te pido que entres en
mi vida y mi corazón y seas mi Señor
y Salvador. Quiero servirte siempre".

¿Entendiste lo que acabas de leer?